martes, 31 de mayo de 2011

GORDURAS Y CHAPARRENCIAS

Hace algunas semanas y a propósito de esta columna, recibí en mi correo el siguiente mensaje:“a simple vista se ve que no sabes nada de moda primer lugar baja de peso se te ven esos cachetotes de a kilo cada uno quitate esa barba que se te hace ver mas grande la carota sueter con lineas horizonales ni que fueras delgadito y para terminar ese gorrito gay te teremina de hacer mas redondo”.Y este otro:“en la foto que tiene en su artículo se ve a un tipo GORDO, CON UN SUETER BARATO, UN SOMBRERO DE MAL GUSTO, SIN MENCIONAR LOS LENTES DE TRASERO DE BOTELLA, BARBA Y VIGOTE DE VAGABUNDO ¿Cree que su imagen es agradable a la vista?”. En principio, debo aclarar que lo único que me ofendió de ambos mensajes fue su redacción y ortografía, así que no cuento esto para que algún corazón de oro me consuele. Más bien lo hago porque me llamó la atención como nosotros mismos tendemos a hacer de menos nuestra propia apariencia que, como mestizos guatemaltecos, está muy lejos de parecer nórdica o aria (y aquí me refiero sobre todo a la población ladina o latinizada, que es la que suele verse afectada por esos estereotipos). Nunca he estado en el Puerto de San José para Semana Santa, pero estoy más que seguro que el espacio dista mucho de confundirse con un desfile de Victoria´s Secret…Un amigo hace poco me preguntó qué le quedaba mejor a alguien chaparrito y su pregunta me llevó a la misma reflexión. Hay no sé cuántos programas en la tele para verse “mejor”, cualquier cantidad de consejos populares, y todos pretenden lo mismo:que los gordos se vean menos gordos, los chaparros menos chaparros, los morenos menos morenos y los murushos menos murushos;total, que todos terminen pareciéndose lo más posible a lo que globalmente se considera atractivo, apariencia que aquí, claro, nos cuesta más pisto conseguir. Porque nosotros, insisto, no somos un país de gente alta ni blanca (en realidad el 50% de nuestros niños está desnutrido, pero ese es otro tema).¿Será malo que comencemos a aceptarnos como somos en lugar de tratar de alcanzar ideales que no nos corresponden?¿Y si mejor nos ponemos lo que nos gusta y cada uno decidimos con qué nos sentimos bien y con qué no?¿Y si empezamos a pensar que un cuerpo de complexión media, pelo natural, piel morena, también son bellos? Tal vez con un autoestima más alta en esos aspectos tan básicos luego no nos dejaríamos ningunear por canchitos pistudos y otro gallo cantaría en nuestra triste historia de fincona feudal.

Nota: Esta fue mi décima columna semanal para Siglo21, publicada el martes 31 de mayo de 2011. El texto publicado en la edición impresa difiere del acá transcrito, por edición del personal del diario. El enlace para el sitio web de Siglo21 es http://www.s21.com.gt/vida/2011/05/31/gorduras-chaparrencias


3 comentarios:

  1. Total y absolutamente de acuerdo, hay que aceptarse uno tal cual es y enfocarse primero en la parte emocional e intelectual y luego en el físico. Podés ver gente "linda" con cuerpo perfecto, dinero para comprarse lo que quieren, pero luego escriben "varato" y ahí demuestran todo lo nada que valen.

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  2. Juan: Botero y yo aplaudimos tu artículo.

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