“En Chile no hay indios, sólo hay chilenos” cuenta Galeano que rezaban los carteles de gobierno durante la dictadura de Pinochet; y fue esa la frase que me vino a la mente con la nueva campaña de Saúl E. Méndez titulada –no sé si ingenua, irresponsable o cínicamente– “Tejido social”, una excusa bastante simplona para fotografiar hilos multicolores contra la última colección de ropa de la tienda. Me es difícil pensar otra cosa, porque es obvio que nuestro tejido social –y me refiero al guatemalteco, por si hay duda– no está primordialmente compuesto por personas con pinta ni asiática ni afroamericana ni ibérica ni nórdica, como la de los cuatro modelos utilizados para las fotos publicitarias, tal cual lo hacía Benetton 20 años atrás…salvo que Benetton pretendía reflejar al mundo entero y no un país compuesto mayoritariamente por indígenas de distintas etnias y cuya fisonomía del resto, salvo una pequeña minoría, es mestiza. Por supuesto que en Guatemala contamos con comunidad asiática, tal como también existen rubios de ojo claro y personas con fisonomía ibérica. Tenemos, asimismo, garífunas, que no fueron tomados en cuenta, salvo que el criterio de selección se hubiera limitado a “¡Ay, hombre, negro es negro!”. Pero no nos engañemos: no existe confusión. Los creativos de la campaña tienen todo esto perfectamente claro y simplemente piensan, como muchos, que el populacho es muy feo como para salir en una campaña que, de todas formas, no se dirige a vender ropa a pobretones que no pueden pagarse un tacuche fino. Eso lo entiendo y ni modo. Lo que me parece perverso es llamarle a esa pequeña muestra “EL tejido social”, reconocer que “repararlo” es súper fundamental para los guatemaltecos (palabras de Emilio Méndez, el mismo que sueña con crepas de nutella en las esquinas de los barrios en lugar de los shumos puestos de tostadas) y aun así, que los únicos indígenas involucrados en el proceso sean utilizados como fondo en algunas fotos (mientras trabajan en sus tejidos: mano de obra) y para vender sus lindas artesanías en las calles (en el espacio asignado para ellos) durante el TEJIDO SOCIAL FASHION WEEKEND BY SAUL E. MENDEZ (nótese el spanglish, nuevo orgullo nacional) que se llevó a cabo en Xela este fin de semana recién pasado, perpetuando, indudablemente, el papel de los inditos como vendedores del mercadito a que juegan los niños ladinos, patrióticamente, cada septiembre en sus colegios. “Pintoresco, nena, pintoresco” le dijo aquel señor a Mafalda.
Esta fue mi columna semanal No. 33 para Siglo21, publicada el martes 22 de noviembre de 2011. El texto publicado en la edición impresa difiere del acá transcrito, por edición del personal del diario. El enlace para el sitio web de Siglo21 es http://www.s21.com.gt/vida/2011/11/22/tejido-social-fashion
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