Su régimen de ejercicios comenzó desde agosto y consistió en dos sesiones al día con su entrenador personal. Una nutricionista midió su masa muscular, sus niveles de grasa y de retención de líquidos. Su dieta incluyó licuados de proteína, vitaminas y suplementos para mantener optimizados sus niveles de energía durante el intenso entrenamiento físico. Durante todo ese tiempo, bebió un galón de agua diario. Nueve días antes del evento, su ingesta diaria consistió exclusivamente de licuados, es decir, nada de alimentos sólidos. Dos días antes, dejó de beber el galón de agua y bebió líquidos “normalmente”. Doce horas antes, dejó de comer y beber del todo. Evitando cualquier líquido para “secarse” se pueden perder hasta ocho libras de último momento, dice. Según una entrevista para el diario londinense The Telegraph, todo eso, señores, es lo que hizo la modelo Adriana Lima antes de caminar por la pasarela delVictoria’s Secret Fashion Show de la semana pasada en variedad de calzones, brassieres y alas de ángel, para deleite, sobre todo, de los chicos púberes del mundo que luego verán la transmisión televisiva una y otra vez en esos extraños días en que deciden “bañarse” seis o siete veces, tan limpios ellos. La cuestión es esta: el desfile de Victoria’s Secret, por mucho que presente modelos con cuerpos un tanto más saludables que las pasarelas de moda comunes, lleva algunos años marcando la pauta de lo que se considera la belleza femenina para el resto del mundo. Me pregunto cuántas personas se han sentido inadecuadas al probarse un atuendo de esos de Victoria’s Secret y se deciden a comprar mejor uno de esos sprays con olor a fruta y esperar hasta que la próxima dieta haga sus efectos. Lo entiendo, yo he estado allí (no probándome brassieres en Victoria’s Secret, sino en la situación...luego de ver la lica 300 pasé varios días detestando el espejo, por ejemplo) pero, sorpresa: son puras estupideces. Una persona común, sea de donde sea, no tiene ni la plata ni el tiempo para dos sesiones de ejercicio al día con entrenador personal ni para nutricionista particular. Tampoco suena muy factible pasar varios días sólo con licuados. Esas modelos tienen asistentes, chefs personales y, básicamente, su trabajo es verse como se ven. No critico la dedicación de Adriana Lima, como tampoco criticaría el régimen de un maratonista o triatlonista, sino simplemente digo que debemos percibir estos cuerpos con un agrado meramente superficial y con bastante, bastante realismo. Yo, para mientras, voy por un McRib...
Esta fue mi columna semanal No. 32 para Siglo21, publicada el martes 15 de noviembre de 2011. El texto publicado en la edición impresa difiere del acá transcrito, por edición del personal del diario. El enlace para el sitio web de Siglo21 es http://www.s21.com.gt/vida/2011/11/15/pequenas-victorias
No hay comentarios:
Publicar un comentario