lunes, 17 de octubre de 2011

L’AMOUR FOU


Mi relación con el cine, me temo, es de absoluta dependencia. Es mi escape favorito –leo, claro, lo disfruto y necesito, pero una lica toma menos tiempo y, en estos días, el tiempo es mi reto– por lo que me frustra sobremanera que el 99% de las salas de cine locales sean destinadas exclusivamente a proyectar explosiones digitalizadas. Lo entiendo, ni modo, pero nada me haría más feliz que un cine que se dedicara al arte, como el Angelika Film Center o el Landmark’s Sunshine Cinema, ambos en NYC. Al menos, del 9 al 22 de septiembre recién pasado se llevó a cabo el “15º Tour del Cine Francés”, en esta ocasión en Cinépolis. Un alivio, la verdad. Pese a que únicamente me di tiempo de ver tres películas, valieron la pena. “Le Nom des gens, con la que se cerró el tour, es de los mejores filmes que he visto en mi vida, con todo y ser una comedia romántica bastante efectiva como tal, aunque profunda y transgresora a niveles inimaginables. “Potiche” me decepcionó, no sé si por sosa (que lo es), pero más creo que la presencia de Catherine Deneuve y Gérard Depardieu, según yo, prometía; al menos, eso sí, me dio el raro gusto de ver una lica en donde los protagonistas no sólo son dignamente sesentones sino parecen dignamente sesentones y viven historias dignas de dignos sesentones, cosa que no ocurre en el cine hollywoodense. La tercera fue “L’amour fou” un documental sobre Yves Saint Laurent, uno de los diseñadores de moda esenciales, cuya existencia rescata el concepto de que la creación de ropa puede bien ser una disciplina artística más. La lica es, justamente, sobre amores locos: el amor entre Pierre Bergé e Yves Saint Laurent, el amor de YSL por su trabajo, el extremo amor de ambos por el arte y la arquitectura, el amor del mundo por su talento. Sin ser una retrospectiva rigurosa sobre la carrera de YSL, es un relato suficientemente detallado y comprensible sobre ambos personajes y, sobre todo, un importante ejemplo de cómo el éxito y el dinero son ajenos a la felicidad y la infelicidad. Dos momentos destaco: el magno desfile de 300 modelos con los diseños más representativos de YSL ocurrido durante la final del mundial de fut en Francia 98 (curioso contraste) y, ya muerto Yves, la subasta en Christie’s de una parte sustancial de su colección privada de arte, con la que se recaudaron alrededor de 342 millones de Euros entre una deliciosa orgía de Picassos, Matisses, DeChiricos, Warhols y Kandinskys.

Esta fue mi columna semanal No. 28 para Siglo21, publicada el martes 18 de octubre de 2011. El texto publicado en la edición impresa difiere del acá transcrito, por edición del personal del diario. El enlace para el sitio web de Siglo21 es http://www.s21.com.gt/vida/2011/10/18/l-amour-fou









2 comentarios:

  1. y yo pude ver esa movie con vos alli! :)
    aun no puedo quitarme la tonadita de piano que se repite en toda la película, me encanto la manera de como retrataron más la parte "humana" de yves, más que su lado profesional, la forma en la que se comportaba, en lugar de ir madurando con su éxito se empezó a comportar como un quinceañero,hasta que paro metido en un circulo del que creo que nunca salio

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  2. Lo de tener un lugar para cine independiente (o artístico) sería magnífico. He fantaseado con que las ruinas de Magic Place se convierten en algo así...

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