lunes, 5 de diciembre de 2011

35 LAS MODAS DE FIN DE AÑO

Si en algún momento del año casi todos los defectos de nuestra sociedad salen juntitos a flote (engañosamente etiquetados como “amor y paz”) es justo ahorita al final. La moda se torna abrigada; eso es chilero, sobre todo para quienes no somos amigos del calor. Procuramos sacar nuestra ropa más calientita y no falta quien aprovecha para pretender que vive en el ártico y anda haciendo bulto con aquel abrigo peludo que se compró en París o en Nueva York. Las casas y las calles se visten con muñecos de nieve, trineos y renos, cosa bastante ridícula considerando que aquí en Guatemala ni nieva ni hay más que venaditos de selva tropical. Los espacios públicos se llenan de luces que, además de iluminar el espíritu de la fiesta cristiana que celebra el nacimiento de Jesús, convenientemente promocionan la venta de cerveza Gallo y, este año, también de Coca Cola, tal vez para que los niños se mantengan despiertos y activos hasta pasada la media noche por la sobredosis de azúcar. Por cierto, me pregunto ¿A cuenta de qué se permite a estas entidades posicionar su marca tan flagrantemente? ¿Pagarán al menos Gallo y Coca Cola la cuenta de luz de la Muni? ¿O qué ganan y quién gana algo? ¿En serio esperamos campañas efectivas contra el abuso del alcohol cuando el símbolo capitalino de la navidad lo patrocina una bebida alcohólica? Se pone de moda, también, comprar y comprar y comprar. Yo, por mi parte, no pienso pisar un solo centro comercial de aquí hasta enero, ni siquiera para ir al cine. Suerte, a quienes vayan, encontrando parqueo. Algunos, por el aguinaldo, se sienten súbitamente y por algo así como dos semanas, ricos. Los pobres, eso sí, aunque sigan igual, se sienten más pobres que en los otros once meses; ¿Y cómo no? Con tanto anuncio junto que les recuerda todo lo que no tienen ni tendrán. Por su parte, el tráfico de esta época y las actitudes que afloran por su causa, lejos están del noble deseo de paz al prójimo que nos tiró encima el carro. Santa Clos surge, además, como la quintaesencia de la esquizofrenia que colectivamente vivimos y perpetuamos: Santa es una mentira, pero a los güiros se les enseña que no es bueno mentir. Se les dice que sólo trae regalos a los niños buenos, tratando de manipular así la conducta que más le conviene a los padres –tal como la religión luego nos regalará el paraíso, si somos bien portados– aunque de todas formas no hay padre ni madre que le hagan al hijo la cruel malobra de no darle regalo, así que los malcriados se salen impunemente con la suya, familiarizándonos desde chiquitos con la impunidad. Díganme como quieran: Grinch o Scrooge o Satanás. Yo estaré tranquilo tragándome un tamal (que en esta época no sólo se ponen de moda sino también se ponen más sabrosos) y odiándome a mí mismo por la imposibilidad de dejar de tararear la cancioncita de B&B.

Esta fue mi columna semanal No. 35 para Siglo21, publicada el martes 6 de diciembre de 2011. El texto publicado en la edición impresa difiere del acá transcrito, por edición del personal del diario. El enlace para el sitio web de Siglo21 es http://www.s21.com.gt/vida/2011/12/06/modas-fin-ano









2 comentarios:

  1. Me encantás Pensa! siempre diciendo las cosas sin tapujos, sin pudor y dando a conocer la verdad cruda como es!

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  2. hahahahaha aaay la cancioncita de B&B ¿Cuántos años tendrá? creo que existe desde que tengo uso de razon!

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