lunes, 5 de septiembre de 2011

REGULANDO LA PERFECCIÓN II

Hace unos meses acompañé a una de mis amigas más queridas a tallarse el vestido que usaría para la ceremonia de su matrimonio civil. Ella es una mujer alta y voluptuosa, de complexión gruesa; ciertamente no una sílfide y así, tal cual es, es guapa y pegue nunca le faltó. Ese día, un familiar suyo, con supuestas buenas intenciones, le comentó que sus brazos se veían demasiado gordos y, por lo tanto, necesitaría cubrirlos...aparentemente ningún invitado debe ser condenado a soportar la visión de una novia de miembros gruesos. Por supuesto le contradije y aseguré a mi amiga que se veía hermosa. Con todo y todo, me puse a pensar ¿De dónde salieron estas ideas de que tenemos que ser tan “perfectos” como los modelos en los anuncios? ¿Será que es porque en las fotos no se les ven gorditos bajo los brazos ni arrugas en las rodillas? ¿A quién es a quien conviene vendernos estas imágenes? ¿Por qué lo permitimos? Lo curioso es que ni siquiera los modelos son tan perfectos y, encima de que muchas veces arriesgan su salud para adaptarse a la delgadez que les exige el mercado, todavía les hacen la gracia de retocarlos hasta quedar imposibles. En 2009, la compañía de moda americana Ralph Lauren se vio envuelta en un escándalo, cuando en su publicidad utilizó fotografías ridículamente retocadas de las modelosValentina Zelyaeva y Filippa Hamilton. Hamilton, por cierto, había sido despedida meses antes...por ser talla 4, considerada, por tanto, gorda. Lauren, acorralado luego de evitar tocar el tema y amenazar con demandas por utilizar sus fotos sin permiso, se disculpó públicamente, aduciendo un error de criterio. El año pasado ocurrió lo mismo con la marca Ann Taylor, quien al final terminó promoviendo que personas reales enviaran fotografías caseras modelando sus prendas. Hace dos años, la parlamentaria francesa Valérie Boyer propuso en su país una ley que obligaría a que todas las fotografías publicitarias indicaran, de ser el caso, que fueron retocadas. Según Boyer, le preocupaba que sus hijas adolescentes no sólo se vieran presionadas socialmente por ser delgadas, sino que encima su entorno estuviera cundido de imágenes transformadas digitalmente para negar cualquier rastro de imperfección. Por su parte, en el Reino Unido, un grupo de más de 40 académicos recomendó prohibir los anuncios publicitarios retocados dirigidos a menores de 16 años, aduciendo que existe correlación entre conductas no saludables en jóvenes y la exposición constante a modelos digitalmente alterados. La Doctora Helga Dittmar de la Universidad de Sussex, una de las autoras del informe, indicó que dichas imágenes crean un efecto perjudicial en cómo las niñas y mujeres perciben sus propios cuerpos. Y yo, en lo personal, diría que los hombres no estamos exentos de ello. Hace ya 2 años la revista ELLE francesa lanzó una edición completa de fotografías sin retoque. En la portada posaban Monica Bellucci, Eva Herzigova y Sophie Marceau, no sólo sin retoque sino sin rastro de maquillaje, bellísimas las tres. De todo esto, claro, ya hace dos años y ni las propuestas prosperaron ni la edición de la revista fue imitada por alguna otra.

Esta fue mi vigésima segunda columna semanal para Siglo21, publicada el martes 6 de septiembre de 2011. El texto publicado en la edición impresa difiere del acá transcrito, por edición del personal del diario. El enlace para el sitio web de Siglo21 es http://www.s21.com.gt/vida/2011/09/06/regulando-perfeccion-ii


NOTA: Aunque estas fotografías parezcan falsas, son efectivamente las usadas en las campanas publicitarias indicadas. Ello es fácilmente verificable de distintas fuentes, accesibles a través de internet.



3 comentarios:

  1. La delgadez extrema es enfermedad, sin embargo el ser gordo tampoco es para nada sano.....encontrar un equilibrio es difícil. Al final que cada quien muera como mejor se sienta.

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  2. Eso si, mientras tanto pongámonos lo que se nos antoje....lo importante es sentirnos bien.

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  3. Hola Juan, buen artículo.

    ¡Las fotos asustan! qué horror que nos quieran vender estas imágenes y lo peor es que muchas mujeres las aceptan.

    En mi opinión todos los extremos son malos (tanto bajo peso como el exceso de este). Combinar nuestra alimentación para tener una buena salud con una dosis adecuada de autoestima es lo que hace falta!! =)

    ¡Ya somos preciosos! solo tenemos que aprender a "VERNOS"

    ¡Muchos saludos!

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