Tal como de tiempo en tiempo se pone “de moda” un corte específico de pantalón de lona o un estilo de zapatos que todo el mundo inevitablemente se siente obligado a usar, cíclicamente algunas actitudes y comportamientos rebasan los ámbitos íntimos y comienzan a reproducirse a mayor escala, “por moda” (o al menos esa es la primera excusa, la facilona), con o sin conciencia de quien lo reproduce. Y digo, no es que sea algo nuevo salpicar con palabras en inglés nuestro particular estilo de castellano; de hecho, yo mismo originalmente había escrito “jeans” en la primera oración de esta columna y luego regresé a cambiarlo. Y, sin embargo, he notado que esta situación se ha estado agravando de un rato para acá, y pareciera que la mara no se siente “cool” o a menos que hablen como si hubieran crecido en algún barrio bajo de Los Angeles y su madre trabajadora los haya criado amarrándolos frente a Univisión. Me asquea, debo confesar.
Hace unos meses un estudiante guatemalteco de diseño de moda se enfureció cuando le pregunté el motivo por el cuál su colección se llamaba “Fall/Winter”, cuando no pensaba mercadearla fuera de Guate ni iba dirigida a extranjeros que no hablan español. Me llamo retrógrada y me dijo que por gente como yo este país no prospera y que en Guatemala el otoño es una estación perfectamente clara y demarcada. De pronto, varias universidades privadas cuentan con “Business Schools” en lugar de “Escuelas de Negocios” y en la publicidad local es común encontrar “coming soon” sustituyendo al clásico y no tan difícil “muy pronto”. Los nombres de eventos y fiestas a los que sólo invitan guatemaltecos tienen nombres en inglés sin otra razón que…bueno, que esa es la moda y suena mas sofisticado, según ellos. Hace poco se promocionaba una fiesta para apoyar a un cantante que esperaba entrar a un concurso mexicano. “Apoyemos lo nuestro”, decía la invitación, además de asegurar que el chavo “pondría en alto el nombre de Guatemala”. ¿El nombre
Pues bueno, en su novela “
Felicidades Juanito por la columna, que escribe todos los martes, en especial hoy, coincido, ya que muchos padres nombran a sus hijos con nombres "pomposos" que en realidad genera cirta burla o crítica, yo en lo personal prefiero los nombres latinizados (aunque el mío no no sea jajaja) pero una vez escuche llamar a un niño Mcgiver, que en realidad me causó gracia y burla a la vez, aúnh le recuerdo.
ResponderEliminarSaludos Juanito,
Lo que rebautizo a Doroteo Guamuch, como Mateo Flores fue el comité olímpico guatemalteco, porque era una "vergüenza" que un "indio" fuera representando a Guatemala. Él se enteró cuando vió en el períódico un nombre que no era el suyo.
ResponderEliminarTenías que sacar a la Roudha......claro! Me gustó mucho....siempre me dibujás una sonrisa en el rostro pero más que eso una reflexión en mi cabecita...
ResponderEliminarMuy buena columna. Mientras lo leía se me ocurrió que a lo mejor le cambiaron a Penya por si se les ocurría entrar al mercado grigo y al no existir la Ñ...Carlos Pena. Tá jodido. Pues, más jodido todavía. Saludos!
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